La evolución que ha experimentado el marketing
en la sociedad ha sido más que vertiginoso llegando a un nivel en el cual su
orientación se centra en las relaciones – conectividad – experiencia. La época
en la cual existían pocos productos que se vendían a través de una fuerte
publicidad ha quedado en el pasado. La oferta de productos ha crecido de una
manera impresionante, cada vez se observa menos diferenciación entre unos y
otros convirtiéndose hasta cierto modo en commodities dirigidos a un mercado
que busca alternativas diferentes y experiencias memorables. Con este
antecedente, el cliente se ha convertido en el centro de la actividad de la
empresa. Este cliente busca nuevas alternativas, soluciones inmediatas, trato
personalizado, comunicación permanente, nuevas experiencias. Si la empresa no
reflexiona de la trascendencia del cliente y sus expectativas será imposible
que pueda sobrevivir con una oferta de productos poco diferenciadora en sus
respectivas categorías. La realidad actual y el dinamismo del mercado obligan a
una reflexión: ¿Qué deben hacer los profesionales de Marketing para fidelizar a
clientes cada vez más complicados, exigentes, insatisfechos y ávidos de nuevas
experiencias? La respuesta es clara: INNOVACION. Innovación, proveniente del
latín “innovare”, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua hace
referencia a la “creación o modificación de un producto, y su introducción en
un mercado”. Peter Drucker ha sido muy claro al afirmar que en una empresa
“solo existen dos funciones básicas, el marketing y la innovación”. La fórmula
perfecta, la combinación indispensable: Marketing e innovación. El valor
agregado que buscan las empresas, ese componente diferenciador lo conseguirán
aquellas organizaciones que innoven de manera permanente, optimizando sus
procesos, investigando el mercado, conociendo al consumidor, brindando una
oferta de alto impacto que le permita crecer de manera permanente y sostenible.
La innovación en marketing supone encontrar
ventajas competitivas para crear nuevos mercados o categorías, o nuevas
utilidades y usos dentro de los merados actuales, o mejorar la posición en el
mercado gracias a una nueva forma de gestión y relación con el cliente. La
gestión de innovación contribuye, como señala el Seth Godin, a la creación de
un marketing extraordinario mediante “la creación de algo excepcional, nuevo,
interesante, centrado en el nicho y algo en lo que se fije la gente”.
Igualmente, el aporte a la diferenciación a través de “productos o servicios
extraordinarios, originalidad, ciclos cortos y cambios constantes”.

La innovación es el único
recurso con el que se puede conseguir diferenciarse de los competidores y
atraer y satisfacer a clientes cada vez más exigentes. Empresas como Apple,
Amazon, Google, Walmart, Intel se encuentran reconocidas como algunas de las
grandes compañías más innovadoras a nivel mundial cuyos resultados le ha
permitido crecer de manera sostenible incrementando ampliamente su cartera de
clientes que han visto en ellos a los mentores de la satisfacción de sus más
altas expectativas. Las empresas con carácter innovador tendrán muchas más
posibilidades de ser las empresas líderes del mañana. Es fundamental recordar
que “el tiempo es el peor enemigo para los que nunca innovan” y que, “si en el
negocio hemos olvidado que innovar es importante, el fracaso tratará de recordárnoslo”.