En la gestión de marketing, principalmente en el de contenidos, se habla mucho de buyer personas sobre todo cuanto se empieza a definir la estrategia. Este término es útil para definir a un ente ficticio que se crea para representar a los diferentes tipos de clientes a los que se quiere dirigir.
En esencia, consiste en ponerle nombre, características y personalidad a lo que antes era simplemente un segmento de población. Gracias a los buyer personas se puede tener más claro cómo conectar con este tipo de cliente y lograr que se integre a la gestión de valor con la empresa.
Como un paso adicional va contribuir a perfilizar clientes para su identificación e involucramiento tanto en línea como fuera de ella y poder conectarlos a la marca generando emociones y experiencias memorables. En este punto es donde el insight del consumidor pasa a ser trascendente ya que va a colaborar en la creación del perfil con un aporte vivencial del mismo contribuyendo con el día a día del mismo y en su estado natural.
Herramientas tradicionales como encuesta, entrevista y grupos focales así como más disruptivas con una orientación al insight: consumer hunt, live consumer, snoop y loopa cuya esencia radica en “vivir la experiencia cuotidiana junto con el consumidor”, sin olvidar a la búsqueda de hallazgos en línea con el aporte de la herramienta denominada: tracking mediático.
El resultado obtenido va a generar perfiles dentro de los diferentes clusters obtenidos y darle vida bajo el criterio de “buyer persona”.